En algunas localidades zamoranas así como en otros muchos
lugares de España, algunas rocas han mostrado, desde antiguo,
unas extrañas marcas.
Estas huellas han sido conocidas, desde muy antiguo, por los
pastores, cazadores y campesinos que habitaban aquellos valles,
pero, antiguamente, nadie conocía su verdadero origen. En siglos
pasados y como consecuencia de la invención de la leyenda de la
aparición milagrosa, de “Santiago Matamoros”, fueron atribuidas
por la gente de la comarca a marcas de pisadas dejadas por el paso
del caballo del Apóstol Santiago, cuando iba de camino a la batalla.
Més informació